Cuando se trata de preparar un buen café, la calidad de la molienda es, sin lugar a dudas, el primer factor a tener en cuenta. Consecuentemente, los molinos de café juegan un papel tan esencial en la Hostelería como el de las máquinas cafeteras.
La relación entre aroma, sabor y cantidad de nutrientes que se añaden al agua caliente en la elaboración del café y la heterogeneidad, el tamaño y el grosor del polvo resultante al moler el café es muy estrecha.
Los profesionales recomiendan preparar el café cuando este está recién molido, porque en esos momentos es cuando la materia prima se encuentra en mejores condiciones de conservar todas y cada una de sus propiedades y características.
Por el contrario, si esperas un tiempo después de que el café esté ya triturado para hacer el café, la misma materia prima irá perdiendo su aroma y sabor.
Los Molinos de Café
Hoy por hoy una gran variedad de negocios de hostelería –bares, restaurantes, cafeterías, kioskos, colectividades, caterings, eventos, etc…- cifran gran parte de su éxito y prestigio en la calidad del café que sirven a sus clientes.
En esta sección puedes disfrutar de una útil selección de molinillos de café. Molinos de diferentes tamaños, capacidades, especificaciones técnicas y niveles de desarrollo tecnológico, diseñados para cubrir las exigencias de cualquier negocio de Hostelería que quiera destacar en la preparación de un buen café.
Molinos de café industriales fabricados por las marcas con mayor nivel de especialización y garantía de calidad y, como siempre, a los mejores precios que vas a encontrar en el mercado.
La molienda es el proceso de reducir el grano de café tostado a polvo. Para realizarlo se precisa un molino o molinillo.
Este proceso consiste en la obtención de partículas de café de un menor tamaño al de los granos con el objetivo de incrementar la superficie de contacto del café con el agua a hervir.
El grosor de los granos una vez molidos es fundamental para la elaboración de la bebida.
Este dato ya era conocido e importante para los primeros usuarios del café de la historia, quienes utilizaban morteros para poder moler los granos tostados.
Más tarde se adaptó el sistema de molino romano, que consistía en dos piedras talladas en forma de reloj de arena ajustadas a una pieza de molienda en forma de cono.
En Turquía, en el siglo XV, empezaron a adaptarse las picadoras de especias manuales para la labor de moler el café. Estas picadoras eran una especie de molinillo de cuatro patas con un cilindro de cobre o latón, equipado en su parte superior de una manivela plegable. Dicha manivela accionaba un eje vertical interno unido a una tuerca estriada, que era la que molía los granos de café sobre un cuenco.
Con la llegada del café a Europa en el siglo XVI surgió la necesidad de crear una herramienta específica paras moler los granos cómoda y rápidamente.
En Francia se idearon unos modelos de precisión destinados a las cocinas de la nobleza.
Aquellos prototipos fueron bautizados como “Luis XIV” y constaban de un cuerpo tallado en una pieza de madera de nogal. Esta característica les haría ser conocidos popularmente como “monoxyle”, igual que las canoas o botes hechos de una sola pieza de madera..
A mediados del siglo XVIII el consumo de café se generaliza y nacen los molinillos de embudo. El más popular es el llamado “reloj de arena”, compuesto por dos conos situados sobre patas y unidos por un sistema de fijación al que se añadía un cajón para almacenar el café molido.
En esta misma época Thomas Bruff registraba la primera patente de molinillo en Estados Unidos.
Con el proceso de industrialización del siglo XIX aparecía el molino cúbico, cuyo mayor exponente fue el llamado modelo Peugeot, que vio la luz en Francia en 1840.
Este molinillo de madera constaba de una palanca ubicada en la parte superior con la que se hacía girar un conjunto de engranajes para moler el grano. Una vez molido, este caía en forma de polvo en un cajón situado en la parte baja.
De aquel modelo Peugeot se realizaron más de 50 variaciones, ampliamente comercializadas hasta los años 60 del siglo pasado y que han servido como base para muchos otros modelos desarrollados en Europa y América.
Sin embargo y a pesar del flamante invento del molinillo eléctrico, el molinillo de café vivió un periodo de decadencia a partir de la segunda mitad del siglo en beneficio del café comercializado ya molido.
Hoy en día muchos de los grandes especialistas en la preparación de café han recuperado el sistema más tradicional de moler el café con el objetivo de tratar cada tipo de grano de la forma más adecuada en función de sus características y propiedades particulares.
Los profesionales establecen tres categorías en el proceso de la molienda: fina, media y gruesa.
Para poder distinguir qué tipo de molienda se ha practicado en un determinado tipo de café, solo hay que sujetar una pizca de café molido entre el dedo índice y el pulgar, frotándolo suavemente.
En caso de que la molienda sea fina, el café se quedará fácilmente pegado a la yema de los dedos y los dejará manchados.
Si la molienda es del tipo medio, el café manchará ligeramente las yemas de los dedos, pero no se quedara pegado a estas.
Cuando la molienda es gruesa el café no se queda pegado en los dedos y estos quedan limpios.
Esto siempre dependerá de la forma en la que tengas pensado preparar tu café.
En virtud a este criterio, aún podrás afinar un poco más tu proceso de molienda de café, estableciendo hasta cinco categorías diferenciadas a la hora de moler el café:
Recomendada para cafés preparados en cafeteras como la prensa francesa o la cafetera italiana. Este se debe a que la malla de filtrado de que disponen estas cafeteras solo puede retener partículas de café molido en grueso.
Si pruebas a poner café molido en fino en ellas, verás cómo aparecen en el fondo de tu taza posos indeseados.
Indicada para la cafetera del tipo Cona o de vacío o el café hecho en un percolador –cafetera del tipo olla. Estas máquinas piden un café molido a medio camino entre el granulado más grueso y la molienda de tipo medio.
Este tipo de molienda facilita un mayor contacto del café con el agua, pero sin la necesidad de acortar el tiempo de extracción.
Es la más adecuada si vas a usar cafeteras de filtro superior Chemex.
Los especialistas en café la consideran la más conveniente para la preparación del espresso.
Este tipo de molienda permite que el agua entre en contacto con la mayor parte de café posible. De este modo la extracción se puede realizar rápidamente.
El café tiene la textura del talco.
Usualmente se emplea en la elaboración de cafés turcos, que requieren de un granulado extremadamente fino para poder disolverse.
Mayoritariamente el café espresso italiano está reconocido internacionalmente como la mejor técnica para sacarle partido al café molido, debido a la excelencia conseguida en aromas, olores y sabores.
Este modo italiano de hacer café se ha impuesto en todo mundo, convirtiéndose, incluso, en uno de los indicadores para poder medir el nivel de aumento de la calidad de vida en los países en desarrollo.
Para hacer un buen café espresso se requieren siempre una molienda fina, equipos especiales, como máquinas de café específicas, así como una determinada técnica de preparación.
Los cafés sometidos a una molienda extrafina se corresponden con la elaboración del café turco y su uso prolifera en las zonas de Grecia y los Balcanes.
La molienda media fina encuentra su máxima expresión el denominado café Moka, otra típica tradición italiana y de otros países latinos.
Los cafés extraídos a base de una molienda de los tipos medio y grueso son los más apreciados en el norte de Europa, así como en Estados Unidos.
Estas son las diferentes variantes en cuanto a molinillos de café:
Funcionan mediante una cuchilla giratoria que va cortando los granos de café en pequeñas porciones.
El grosor de la molienda se controla mediante el tiempo de uso: cuanto más tiempo esté el molinillo en funcionamiento, mayor va a ser el grado de molienda y, por consiguiente, más fino será el café molido.
Estos moledores de café en grano son muy baratos y accesibles.
El único inconveniente es que la molienda resulta poco uniforme, pudiendo quedar partes más grandes en el café molido final que no favorecerían una correcta extracción.
Hay que usarlos con cuidado para evitar que las cuchillas se calienten en demasía y afecten, así, el sabor del café.
Son molinillos especialmente indicados para el café de filtro, las especias, los frutos secos y las semillas
Este molinillo consta de dos muelas: una fija y otra que gira. En lugar de cortar los granos de café, el molino los va prensando y deshaciendo de un modo uniforme.
Estos molinillos hacen que la molienda sea más precisa y consistente.
Las dos ventajas de este tipo de molinillos de café eléctricos son la extrema precisión y el control que se puede efectuar sobre todo el proceso de molienda, ya que ambas permiten determinar con exactitud el grosor del grano molido.
Además, se calientan en menor medida que los molinos de cuchillas.
A cambio hay que tener en cuenta su precio y también su tamaño, dato este último por el que pueden consumir más energía que los molinillos de cuchillas.
También hay molinillos de muelas manuales con el mismo principio de funcionamiento. Estos operan mediante la acción de hacer girar una manivela.
Dentro de los molinillos de muelas podemos encontrar dos tipos distintos en función de la forma de las muelas que deshacen los granos:
Este tipo de molinillos son más precisos, ya que el ángulo de corte puede ajustarse por grados, además de moler los granos de café con mayor rapidez.
Están diseñadas para un alto consumo.
Los molinillos de café que trabajan con estas fresas lo hacen en un rango de 400/700 rpm / min con el fin de evitar el calentamiento de la molienda debido al alto consumo.
Es necesario cambiar este tipo de muelas alrededor de los 750 o 1.000 kg de café molido.
Constan de un disco plano equipado de una serie de dientes dispuestos paralelamente contra la parte inferior, de manera que utilizan la fuerza centrífuga para propulsar los granos de café hacia los dientes.
Para ajustar el grado de molienda se mueven los discos: o bien se juntan para obtener un café molido más fino o se separan para que el café resultante sea más grueso
Se emplean cuando el consumo es más bajo. Se sustituyen habitualmente entre los 300 y 400 kg.
Trabajan con 900/1400 rpm / min, con lo que el calentamiento es mayor.
Se recomienda su sustitución después de haber molido entre 250 y 600 kg de café.
La duración de la vida útil de las fresas del molino dependerán asimismo de la calidad del material del que están hechas, la precisión de la molienda y el tipo de tratamiento térmico al que se las somete.
Otros factores que hay que tener en cuenta son que el roce de las fresas con los granos de café produce calor y que el contenido de grasa en el café se va adhiriendo a los dientes aumentando el roce y con él la temperatura y variando la cualidad y calidad de la granularidad.
También es importante el hecho de la temperatura del molino no supere los 50 ° C máximo durante la molienda, porque podrían evaporarse los aromas antes de la extracción, con el riesgo consiguiente de “quemar” el café.
El material del que están hechas las muelas también cuenta, porque, si se calientan mucho, podría afectar directamente al mantenimiento del molino de café y al sabor final de la bebida:
Las muelas están hechas de:
Las muelas de acero inoxidable son más resistentes, más fáciles de cambiar y más baratas.
La mayoría de los molinillos de muelas establecen dos métodos para medir el grosor de la molienda y poder adaptarse así a las distintas recetas:
Este es otro de los aspectos a tomar en consideración. Los moledores de café pueden ser:
Si tu intención es en envasarlo después de molerlo, recuerda que el café recién molido libera ciertos gases no recomendables para su envasado inmediato. Debes esperar un tiempo, aunque se perderán muchas de las propiedades con las que contaban los granos originales.
Es por eso por lo que todo el mundo recomienda que, para obtener el mejor café, procedas a moler el café justo antes de prepararlo.
Un molinillo profesional en tu negocio es muy conveniente por los siguientes motivos:
Cuando acabas de moler el café, obtienes los mejores sabor y aroma de los granos de café frescos.
Esto te va a permitir servir tus bebidas siempre en perfectas condiciones independientemente de las condiciones o de la antigüedad de los granos.
Cada tipo de café requiere un grado de molienda distinto en función del proceso de infusión, el tipo de café y la receta.
Con el molinillo de café podrás ajustar siempre el grado de molienda a tus necesidades.
El grado de molienda, según el tipo de café, es fundamental para la extracción durante el infusionado.
Un grano molido en exceso impedirá que el agua penetre y se filtre correctamente. Esto hará que el café salga demasiado amargo.
Por el contrario, un grano poco molido permitirá que el agua filtre a velocidad excesiva, con lo que impedirá la posibilidad de extraer todas las cualidades que poseen los granos de café.
En el caso de que abordes distintos métodos de preparación de café, si tienes tu propio molinillo no será necesario que compres café ya molido para cada uno de ellos, sino podrás molerlo tú mismo en función de cada receta.
A la hora de decidirte entre un tipo o modelo de máquina de moler café u otro, ten en cuenta esta serie de detalles:
Los molinos de café de una potencia superior te permitirán obtener un molido mucho más fino, aunque también son menos económicos.
Los molinillos con dosificador tienen menos probabilidades de atascarse y, además, permiten un mejor aprovechamiento del café. A cambio, son más difíciles de limpiar y la precisión a la hora de medir la dosis de café que molemos es relativa.
Los molinillos sin dosificador, por su parte, evitan que queden demasiados restos de moliendas antiguas en la máquina, lo que afectará menos al sabor del café molido. Además, el hecho de no tener los granos de café almacenados en la máquina evita que estos se estropeen.
Haz un cálculo previo acerca de la cantidad de granos de café que necesites moler en cada ocasión. Este dato determinará el tamaño de la tolva en la que van a depositarse los granos.
Muela Ø 6 cm. Potencia 356 W. Molino dosificador de café equipado con una palanca, desde la cual distribuir el café molido. Este modelo encaja a la perfección con cualquier máquina de café. Precio 616,00 € (+ IVA). |
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