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En esta sección encontrarás una excelente selección de contenedores y carros isotérmicos, además de bandejas isotérmicas, de tamaños, modelos y materiales distintos, todos con la mejor relación calidad/ precio.
Son productos que ofrecen un magnífico rendimiento y una gran resistencia y durabilidad.
Todos ellos están destinados al transporte de alimentos.
También encontrarás aquí diversos accesorios y complementos que garantizan aún más el mantenimiento térmico de tu contenedor.
Con estos productos te resultará más sencillo y rápido rentabilizar tu negocio de Hostelería.
Un contenedor isotérmico -a veces también se le llama caja isotérmica- es un recipiente que posee las características adecuadas para evitar la pérdida de temperatura – caliente, fría o congelada - de los alimentos que transporta.
Un contenedor isotérmico está diseñado para alojar platos, cubetas, bandejas, barquetas, etc…
Con él puedes mover alimentos con total seguridad
Se usa en cocinas centrales, empresas de catering, buffet, colectividades, panaderías, pastelerías, servicio a domicilio, heladerías, etc…
Los contenedores isotérmicos para transportar alimentos pueden agruparse en distintas categorías:
Dependiendo de la función específica que deben cumplir, los contenedores isotérmicos pueden ser:
Suelen contar con una cómoda abertura superior que facilita la introducción del líquido sin quitar la tapa.
Son aptos para su limpieza en lavavajillas.
Están fabricados en acero inoxidable.
Se complementan con accesorios como: bandejas, placas, correas, bases con ruedas, placas eutécticas, válvulas…
Pueden llevar o no compartimentos
Hay también formatos específicos de contenedores isotérmicos para transportar alimentos, como los de retención de calor mediante electricidad.
Atendiendo al material del que están hechos y a su sistema de fabricación, los contenedores isotérmicos pueden ser:
Son modelos son sumamente ligeros, facilitando así su manejo y transporte.
Estos contenedores suelen ser de carga frontal.
Vienen provistos de guías laterales para colocar los alimentos sobre bandejas.
Son los más usados por empresas de catering y eventos.
Generalmente constan de dos cuerpos: uno exterior y otro interior y aislante.
El material aislante suele ser poliuretano inyectado, el más recomendable por sus características y facilidad de aplicación.
Pese a ser portátiles, en el ámbito industrial hay modelos de hasta 1.000 litros de capacidad.
Incluso los más grandes llevan ruedas incorporadas o palets, puesto que la movilidad siempre es importante.
La diferencia entre ambos contenedores estriba en la estructura rígida que distingue unos de otros.
Por lo demás, en ambos casos son todos aptos para el traslado de comida de una manera adecuada y sin complicaciones.
La densidad de los materiales con los que está hecho el contenedor isotérmico es un dato fundamental: a más densidad, más resistente es el contenedor.
Se suelen fabricar en diferentes densidades, normalmente desde 30 a 65 gramos/litro.
Como es lógico, resulta fundamental que los materiales pasen los más altos controles de calidad para ampliar la vida útil de estos productos.
Todos los contenedores isotérmicos están fabricados con materiales que cumplen con la normativa de Sanidad para el transporte de productos alimenticios de la CEE, conforme a la normativa europea 1935/2004 y, concretamente el reglamento CE 1935/2004 en EPP alimentario.
En cuanto a la forma de los contenedores isotérmicos, los modelos más utilizados son:
Dentro de estos dos grandes grupos hay diferentes tamaños en planta, medidas -según lo que alojen: platos, bandejas, cubetas Gastronorm…- y alturas.
Los materiales tienen diferentes coeficientes de transmisión de temperatura.
Por ejemplo, materiales como el metal o el vidrio transmiten mucho más el calor que el corcho,.
En cuanto a los contenedores isotérmicos, a los materiales en los que están fabricados se les aplica el coeficiente de conductividad térmica k, que es el sistema universal de medida de conductividad de temperatura a través de una superficie.
Para los contenedores isotérmicos este coeficiente k debe ser el menor posible.
No todos los contenedores isotérmicos cuentan con los mismos elementos, pero, en todo caso, es recomendable conocer estas indicaciones.
El contenedor debe contar con un exterior robusto de polietileno o de polipropileno. Así evitará que se abolle, se raje, se oxide, se astille o se rompa.
Es recomendable que el grueso aislante sea de espuma de poliuretano, sin CFCs, por tener una densidad similar a la de la madera.
Esto permite que la temperatura de los alimentos -calientes o fríos- se conserve durante horas enteras.
Deben estar aseguradas para proporcionar un traslado suave y estable.
Los parachoques integrados pueden ayudar a evitar daños en los traslados.
Es conveniente que lleven una tapa de ventilación patentada o un buen diseño de autoventilación.
Así se igualará la presión entre interior y exterior a la hora de liberar el vapor para permitir que las puertas o tapas se abran con facilidad.
Los rieles o las guías de rieles integrados están diseñados para maximizar la capacidad de carga.
Están diseñadas para levantar y acarrear el contenedor de forma ergonómica.
Por otro lado, las asas integradas a la estructura del contenedor no se doblarán ni romperán.
El contenedor isotérmico debe carecer de rendijas y ser lo más hermético posible.
De esta manera evitarás la pérdida de temperatura y la entrada del frío o calor desde el exterior.
Por eso es muy conveniente que cuente con cierres resistentes. Con ellos asegurarás un sellado hermético y, a la vez, el poder abrir y cerrar con facilidad el contenedor.
Los contenedores isotérmicos que se cargan por el frente deben estar diseñados para que las puertas se abran a 270° completos con el fin de facilitar la carga y la descarga.
Las puertas deben encajar con fuerza al cerrar.
Normalmente los contenedores están pensados para transportes de no más de cuatro horas.
Los análisis que hacen los fabricantes suelen ser para ese periodo.
Pueden mantener durante más tiempo la temperatura, pero esto siempre dependerá de la temperatura exterior, de las veces que se abra el contenedor etc.
Tanto la normativa APPCC, de obligado cumplimiento, como la UNE-ISO 22000, instan a profesionales a hacer todo lo necesario para lograr el máximo de seguridad en todas las etapas del ciclo alimentario.
Por ello se hace más importante aún la limpieza minuciosa de los contenedores isotérmicos.
Para una correcta higienización de los contenedores isotérmicos es importante un buen lavado, secado, aireado y rociado con desinfectante.
Lo más recomendable es que laves siempre tus contenedores en un lavavajillas industrial o un lavautensilios después de su utilización.
Estos lavavajillas mecánicos deben alcanzar la temperatura y tiempo de lavado suficiente para una correcta limpieza y desinfección de los contenedores.
Una vez por semana debes rociar su interior con un vaporizador desinfectante, un producto fácil de encontrar en tu proveedor de limpieza.
Quita y limpia las tapas, los tapones de ventilación, las juntas y los grifos, si los hubiere.
Para limpiar las juntas, colócalas en un recipiente o en un fregadero con agua jabonosa caliente, frótalas con un paño o cepillo suave, enjuágalas en agua limpia y sécalas con un paño suave y seco.
Cuando sea posible, quita las puertas y limpia bien alrededor de las bisagras o pernos.
Si tu contenedor no pudiera ser lavado en un lavavajillas, limpia a conciencia el interior de los contenedores con un paño o cepillo suaves y un detergente comercial blando. Te recomendamos las soluciones desinfectantes.
No uses estopa de acero, almohadillas abrasivas, cepillos, ni limpiadores que contengan amoníaco o blanqueador.
Podrías arrancar la capa de protección o aislamiento de tu contenedor y favorecer la invasión de la temperatura exterior una vez cerrado el contenedor.
También podrían aparecer aromas o manchas persistentes cuando el contenedor transporta café o alimentos con aromas fuertes. Para combatirlos usa un eliminador de aromas o un desinfectante.
Usar una solución diluida de 1 cucharada de bicarbonato de sosa por 1 litro de agua caliente del grifo o 1 porción de zumo (jugo) de limón o de vinagre blanco por cada 4 porciones de agua caliente también da buenos resultados.
Es muy importante un buen escurrido, secado y aireado de los contenedores antes de volver a usar tu contenedor isotérmico.
En caso de que no realices correctamente todos y cada uno de los pasos expuestos, los contenedores podrían acumular restos de agua y provocar así una proliferación bacteriana o malos olores.
Deja que el contenedor se seque al aire cuando sea posible o frótalo muy bien con un paño suave, seco y limpio.
Tras el lavado y secado, guárdalo con las tapas y puertas entreabiertas.
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Si tienes alguna duda respecto a algún contenedor isotérmico o no encuentras el que buscas, por favor, ponte en contacto con nosotros, escribiendo a contacto@hosteleria10.com o llamando al teléfono 91 161 03 04.
Gustosamente te aconsejaremos sobre los modelos idóneos para tu negocio.
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