Elegir la vajilla más adecuada a las necesidades de su negocio de Hostelería es una cuestión importante. La vajilla que presentamos a nuestros clientes no solo debe ajustarse al diseño que caracteriza nuestro local, tiene también que cumplir las expectativas de calidad que se esperan de nuestro bar, restaurante, hotel, etc. y ser fácil de manejar, limpiar y mantener.
Tradicionalmente las vajillas eran de cerámica, porcelana, loza y cristal o vidrio. Ahora se pueden encontrar piezas fabricadas en otros materiales, como melamina, materiales vitrificados, mezclados con aleaciones variadas que los dotan de colores más intensos y mayor resistencia, pizarras, etc.
Es importante a la hora de elegir una vajilla, averiguar si es resistente al lavavajillas y si puede usarse en un horno microondas.
Los materiales actualmente más comunes en las vajillas destinadas a la restauración profesional son:
Entre las vajillas de material cerámico, las de porcelana son las más apreciadas por los usuarios. Es un material originario de China, que hasta el siglo XVIII no se comenzó a fabricar en Europa.
La porcelana está formada por un 50% de un tipo de arcilla llamada caolín, un 25% de cuarzo y 25% de feldespato. Con estos materiales se forma una pasta que se somete a presión y se cuece a 1.000 ºC, se vitrifica y luego se vuelve a meter al horno a una temperatura de entre 1.175 ºC y 1.450 ºC. Finalmente se le suele dar un acabado brillante y se decora a mano o se estampa.
La China es un tipo de porcelana que se vitrifica durante una sola cocción, lo que permite ser decorada de forma más fácil que la porcelana tradicional, usando diferentes técnicas de estampación.
La Bone China está formada por los mismos materiales de la porcelana tradicional, pero con la incorporación de al menos un 25% de cenizas de hueso. Destaca por su aspecto delicado y elegante.
La de porcelana es la vajilla elegida por los grandes restaurantes tradicionales.
La loza es también un material basado en una arcilla blanca y porosa, Sin embargo, a diferencia del gres cerámico, las piezas de loza se cuecen con fuegos de más baja temperatura, que generalmente no pasa los 1.046 °C.
La loza no es tan fuerte como la porcelana, ni tan resistente a las cascaduras y por tanto, es menos duradera. Cuando una piezas de loza se casca, revela su material blanco.
En general, la loza es más suave y ligera que el gres cerámico.
Con nuevas técnicas de fabricación, se han conseguido vajillas de cristal con prestaciones semejantes a las de la porcelana.
Son vajillas modernas, con diferentes diseños y decoraciones. Son muy prácticas, porque se deterioran poco con el uso diario, y permanecen inalterables durante años.
Además, aunque menos 'elegante', el cristal es un material más higiénico y menos poroso que la porcelana o la loza.
El plástico, al combinarse con formaldehido, se convierte en resina de melamina, una sustancia muy moldeable, útil para realizar los variados diseños.
Su uso diario está desaconsejado, por estar hecha con sustancias químicas procedentes del petróleo.
Es seguro utilizarla con comida fría, pero no es recomendable su uso con alimentos calientes.
Otra desventaja de la melamina es que no es reciclable.
Los platos de pizarra otorgan un toque moderno a la mesa y tiene la cualidad de mantener la temperatura de los alimentos durante la comida.
La vajilla de pizarra se puede meter en el horno a temperatura baja, para conseguir un plato caliente, perfecto para servir alimentos como carnes o pescados.
También, manteniendo la pizarra un tiempo en el frigorífico, puede obtenerse un plato frío, ideal para servir platos fríos y helados.
Categoría: Menaje y Vajilla
© Blog Hostelería
Autor: Tomás Díez
Publicado el domingo, 23 de agosto de 2015
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