La humedad es un problema importante en algunos sótanos, almacenes, cocinas, baños, e incluso, en los casos más graves, en las zonas públicas de algunos bares o restaurantes. La mejor solución contra la humedad en espacios de interior suele consistir en "aislar el problema", impermeabilizando el local. Cuando esta solución no es factible o resulta demasiado cara, la opción para reducir la humedad es la utilización de un deshumidificador.
El deshumidificador es un aparato que tiene la tarea de controlar y eliminar la excesiva humedad contenida en el aire. Lo consigue por uno de estos tres métodos:
Utilizando un sistema de ventilación y calefacción.
Mediante un sistema que se encarga de "enfriar la humedad" para posteriormente condensarla en un depósito.
Concentrando la humedad en su interior, para que la absorba un material higroscópico.
La finalidad es conseguir en la habitación deshumidificada un porcentaje de humedad relativa del aire que oscile entre el 45% y el 55%, que es el porcentaje recomendado usualmente en ambientes de interior.
Deshumidificar y humidificar
Deshumidificación y humidificación son dos procesos antagónicos. Al contrario que el deshumidificador, el humidificador aumenta o mantiene la humedad del aire. Esto se consigue habitualmente procesando el agua de un conducto o depósito, expulsándola al aire en forma de vapor.
Un caso especial de humidificación, muy utilizado en Hostelería es la refrigeración evaporativa, o nebulización, que consiste en evaporar agua en el ambiente para conseguir un microclima que suponga un descenso de la temperatura del aire y de la sensación térmica. Se utiliza en las terrazas de los negocios de Hostelería para crear un ambiente más agradable y fresco en zonas o épocas de mucho calor.
Técnicas de deshumidificación : ventilación, condensación y absorción
Deshumidificación por ventilación y calefacción. Este tipo de deshumidificación, que eleva la temperatura del aire, está directamente relacionada con las condiciones de temperatura exterior. Cuanto menor sea la temperatura del exterior y mayor la del interior, más eficaz será esta técnica. Los mejores resultados pueden obtenerse en épocas frías de otoño e invierno. Se usa industrialmente para el secado y deshumidificación de obra reciente, aunque conlleva un coste elevado, debido a su poca eficacia y a largos tiempos de secado.
Deshumidificación por condensación. Con esta técnica se extrae la humedad del aire mediante su enfriamiento por debajo del punto de rocío, provocando su condensación. En la deshumidificación por condensación participan un ventilador, un compresor, un intercambiador de calor y un elemento expansor. Este tipo de deshumidificación es útil y económico, ya que no fuerza el intercambio de aire entre el interior y el exterior del local.
Deshumidificación por absorción. En este tipo de deshumidificación participan materiales higroscópicos, que son capaces de absorber la humedad del medio que les rodea. Los deshumidificadores por absorción están compuestos por un tambor rotativo recubierto por sustancias higroscópicas, ventiladores, un radiador de aire y un filtro. Este sistema de secado tiene la ventaja de poder deshumidificar el aire a temperaturas inferiores a 0ºC.
Los deshumidificadores en función de su uso
Deshumidificadores fijos industriales. Dirigidos especialmente a negocios que requieran un alto nivel de extracción de la humedad, como ciertas bodegas, piscinas o lavanderías. Suelen ser aparatos de grandes dimensiones y con una alta capacidad de extracción. Una opción interesante para locales comerciales, galerías, bodegas y sótanos, y también para garajes, secaderos, lavanderías o para cualquier aplicación que necesite un deshumidificador robusto y fiable.
Deshumidificadores portátiles. Suelen ser deshumidificadores para usos industriales que funcionan por condensación, sistema que es definitivamente el más eficaz y económico. Su encendido y apagado puede ser regulado por medio de un temporizador lo que les permitirá estar conectados unas cuantas horas al día y luego ser automáticamente desconectados.
Deshumidificadores de uso profesional o doméstico. Se utilizan en pequeños locales, oficinas y hogares donde se necesite una capacidad de extracción que oscile entre los 5 y los 35 litros de agua cada 24 horas.
Características que debe tener en cuenta a la hora de comprar un deshumidificador
La capacidad de extracción. Es una de las características básicas, ya que se refiere al volumen del agua extraída del aire en una unidad de tiempo determinada. Normalmente la capacidad de extracción se expresa por la cantidad de litros extraídos cada 24 horas. La necesidad de extracción real dependerá de la humedad y temperatura de la estancia y del ritmo al que se quiera deshumidificar.
El consumo eléctrico. Los deshumidificadores refrigerantes consumen una media de 25 W . En el caso de los deshumidificadores desecantes el consumo aumenta a los 55 W. Por lo general, para que los deshumidificadores puedan extraer mayor nivel de agua del aire necesitarán una mayor potencia, aunque la relación consumo/eficacia puede variar según el modelo y el fabricante elegido.
El ruido: Es aconsejable que el sonido del deshumidificador no exceda los 50 decibelios y más aún cuando va a ser utilizado en estancias donde pueda resultar molesto. El valor óptimo recomendado no debe superar los 35 o 40 decibelios.
La capacidad del depósito del agua. Si el aparato dispone de un depósito para el almacenamiento del agua recogida, según el tamaño de dicho depósito, tendremos que vaciarlo con mayor o menor frecuencia. Es recomendable que el depósito tenga al menos 2 litros de capacidad. La mayoría de los aparatos profesionales y semi-industriales permiten el desalojo continuo del agua extraída a través de una pequeña manguera, que puede ser dirigida a un fregadero o desagüe, lo que evita tener que vaciar el depósito de agua manualmente.
Mantenimiento del deshumidificador
La limpieza del depósito del agua. Asegúrate de mantenerlo limpio. Al menos deberás limpiarlo cada dos semanas, para evitar la aparición de microorganismos que afecten al correcto funcionamiento del deshumidificador. En el caso de que el depósito haya cogido mal olor, existe la posibilidad de utilizar unas tabletas especiales que puede encontrar en puntos de venta especializados. No utilices el agua retirada del depósito para ningún uso doméstico.
Limpieza y revisión de los filtros del aire. Limpia los filtros al menos cada 6 meses, prestando atención a su deterioro e integridad. Revisa las instrucciones del fabricante para más especificaciones.
Revisión y limpieza de las bobinas del deshumidificador. El polvo puede acumularse en las bobinas provocando el mal funcionamiento del deshumidificador. Es aconsejable eliminar el polvo de las bobinas con un paño suave para mantener un funcionamiento eficiente.
El humidostato
Un humidostato, también llamado humidistato, es un dispositivo que permite medir la humedad relativa de una estancia. Se puede usar tanto para el control de humidificadores como para el de deshumidificadores. Permite programar la humedad relativa de una estancia que habitualmente debe encontrarse entre un 40 y un 80%. Entre los humidostatos encontramos los de uso manual y los electrónicos, más modernos y sofisticados.
Consejos que mejoran el proceso de deshumidificación
Asegúrate de cerrar las puertas y las ventanas de la estancia.
Coloca el deshumidificador en el centro de la estancia para que el aire pueda correr a su alrededor.
Mantén alejado el deshumidificador de toda fuente de calor.
Si es posible, instala el deshumidificador en el sistema de climatización del local. Algunos de los equipos fijos están preparados para ello.
Para aumentar la velocidad del proceso puedes utilizar en la misma habitación un calefactor eléctrico o de infrarrojos.