¿Sabes cómo cuidar ollas de acero inoxidable?
Las ollas de acero inoxidable son duraderas, resistentes y saludables, perfectas para cocinar a altas temperaturas y poco exigentes en su mantenimiento. Bien cuidadas, estas ollas puede durar más de 25 años en tu cocina.
Eso sí, conviene habituarse a su uso porque los alimentos se pegan más fácilmente y, además, algunas manchas pueden ser difíciles de limpiar en este material. Pero no te preocupes, porque todo tiene solución.
Mantenimiento de ollas de acero inoxidable
Las ollas de acero inoxidable presumen de una larga vida útil si su mantenimiento y limpieza son los adecuados. Por eso tienes que saber cómo cuidarlas antes, durante y después de su uso. Cuando vayas a estrenar la olla:
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Lávala con jabón neutro y agua tibia. Utiliza una esponja o paño suave para no arañar su superficie. Es importante que hagas esto antes de utilizar la pieza para eliminar posibles restos de aceites, lubricantes y compuestos de fabricación y pulido.
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Después de este lavado, llénala con ¾ de agua y llévala a ebullición durante 20 o 30 minutos. Pasado este tiempo, tira el agua y lávala de nuevo.
Ya tienes lista tu olla de acero inoxidable para estrenarla. La utilizarás para muchas preparaciones diferentes, así que cuídala como es debido de la siguiente manera:
- Utilízala con el fuego medio o bajo en la medida de lo posible para no dañar el material.
- Sitúala en una fuente de calor que se ajuste a su diámetro, sobre todo si trabajas con cocinas de gas. Esto evitará que las llamas sobresalgan demasiado por los laterales y la limpieza será más sencilla, además que el material no sufrirá tanto.
- No dejes la olla vacía sobre una fuente de calor a no ser que tengas que calentarla un poco antes de añadir aceite. Si lo haces, puede coger un color amarillo o azulado. Si esto ocurre:
- Si la olla es brillante, límpiala con un abrillantador para acero inoxidable. Antes de volver a usarla, lávala como si fueras a estrenarla.
- Si es mate, lávala con Scotch-Brite.
- Si tienes que tirar sal en la olla, échala cuando el agua esté hirviendo y remuévela bien para evitar que se deposite en el fondo. Si la sal no se disuelve correctamente puede dejar manchas blanquecinas en el fondo que son difíciles de retirar.
- Relacionado con lo anterior, evita dejar alimentos preparados en la olla durante mucho tiempo para que la sal que incorporan no deje manchas.
- Cuando la olla esté muy caliente, no la enfríes de golpe con agua fría, pues podría deformarse. Deja que se enfríe lentamente a temperatura ambiente.
- Si en algún momento la tapa se queda pegada a la olla, colócala a fuego lento. Cuando la tapa esté templada, podrás despegarla sin problema.
Después de su uso conviene seguir una serie de recomendaciones para que la olla se mantenga como nueva:
- No utilices piezas de acero inoxidable como recipientes de almacenaje. Si entran en contacto continuo con las sales y aceites de algunos alimentos, el material se verá deteriorado y podría corroerse.
- Almacena las ollas y el menaje de acero inoxidable con las tapas hacia arriba. De este modo, evitarás la acumulación de olores en su interior.
Cómo limpiar ollas de acero inoxidable
Muchas veces el error a la hora de limpiar estos utensilios radica en los materiales utilizados, más que en la técnica o la periodicidad. Los estropajos de acero o el material de cobre pueden dañar su superficie, arañándola y restándole propiedades antiadherentes.
Se deben limpiar las ollas de acero inoxidable con materiales suaves, así como productos químicos o naturales poco abrasivos. Los más recomendables son:
- Agua tibia.
- Detergente suave y como jabones neutros.
- Esponja o paño suave. Se recomienda hacer movimientos circulares con abundante agua.
En algunas ocasiones se aconseja utilizar vinagre o bicarbonato de sodio para eliminar las manchas más difíciles, pero ya entraremos en eso.
Limpiar una olla de acero inoxidable de forma tradicional es bien fácil:
- Después de utilizarla, deja que se atempere y luego lávala con agua tibia, jabón neutro y una esponja o paño suave.
- Sécala inmediatamente después de lavarla para que los restos de agua no generen cal que puedan corroer la superficie.
- También puedes lavarla en el lavavajillas sin problema, pero te aconsejamos lavarlas a mano en la medida de lo posible para que conserven su brillo.
¿Cómo desmanchar ollas de acero inoxidable?
En ocasiones pueden aparecer manchas difíciles en tu olla por diversos motivos. Estas manchas pueden ser más duras de quitar, pero con las técnicas adecuadas y un poco de paciencia todo es posible.
- Si aparecen manchas de irisacionespor sobrecalentamiento, hierve agua con vinagre en una proporción de 4 a 1 durante 4 o 5 minutos y, después, lava la pieza de forma convencional.
- Si los alimentos se quedan adheridos a la olla, no los rasques con utensilios punzantes, cepillos o esponjas metálicas. Déjala en remojo en agua caliente durante unas horas. Pasado ese tiempo, quita los restos con un paño suave.
- En el caso de manchas producidas por el almidón, propias de pasta o arroz, retíralas con una esponja y jabón o con un paño empapado con jugo de limón y vinagre.
- Si aparecen manchas calcáreas, calienta agua en la pieza, añade un poco de vinagre y déjala hirviendo durante 10 minutos. Después, lava frotando con una esponja o paño suave. También puedes echar en la pieza un poco de bicarbonato, fregarlo con un paño húmedo, enjuagar y secar al momento, o recurrir a vinagre y un paño suave.
- La sal es una de las principales responsables de las manchas en el acero inoxidable y no son fáciles de quitar. Para eliminar manchas blancas de sal, utiliza vinagre. Si no salen, prueba con pasta de bicarbonato:
- Añade una cantidad generosa de bicarbonato de sodio en el fondo de la pieza a limpiar.
- Añade un poco de agua para que se genera una pasta. Deja que actúe durante unos minutos.
- Frota con un paño seco o una esponja.
- Si quieres eliminar manchas de huellas dactilaresen el exterior de la pieza, utiliza un paño humedecido con limpiacristales. También puedes recurrir a productos limpiadores para acero inoxidable; en este caso, no lo uses en el interior del utensilio y, si lo haces, asegúrate de que luego lo enjuagas bien.
¿Cómo quitar el quemado de una olla de acero inoxidable?
Las ollas de acero inoxidable quemadas son más frecuentes de lo que parecen en una cocina. Puedes devolver la olla a su aspecto original si eres paciente y utilizas alguna de estas opciones:
Opción 1: Vinagre, bicarbonato y sal
- Pon la olla al fuego con una mezcla de agua, vinagre y bicarbonato de sodio.
- Cuando la mezcla hierva, sin vaciar la olla, raspa con una espátula de plástico las zonas quemadas.
- Vacía la olla y cubre las quemaduras con el bicarbonato de sodio. Luego, raspa de nuevo con la espátula.
- Cuando consigas que la mancha desaparezca, enjuaga bien la olla y sécala.
Opción 2: Agua y sal
Este truco es idóneo si la olla no se ha quemado en exceso y la comida no ha quedado totalmente adherida. Es así de simple:
- Limpia la olla con agua caliente, detergente y una esponja suave, como de costumbre. Límpiala con ganas para que quede la menor cantidad de restos quemados posible.
- Añade agua caliente en la parte quemada de la olla y, seguidamente, dos cucharadas de sal. Espárcela un poco y deja la olla remojando durante 15 minutos.
- Pasado ese tiempo, frota la zona quemada con un cepillo o esponja suave hasta eliminar las manchas. ¡Como nueva!
Opción 3: Salsa de tomate o ketchup
Aunque suene extraño, el ketchup y la salsa de tomate son grandes aliados para limpiar tu olla de acero inoxidable. Esto se debe a que la acidez natural del tomate ayuda a quitar las manchas de las quemaduras. Para ello:
- Echa salsa de tomate o ketchup en la olla y ponla al fuego durante unos minutos.
- Enjuaga con agua y jabón. ¡Y ya está, como nueva!
Opción 4: Lejía
La lejía es un producto fuerte, por lo que sólo recomendamos recurrir a ella en casos donde las quemaduras sean muy extremas o las ollas se hayan quemado en repetidas ocasiones:
- Cubre las partes quemadas con agua y un poco de lejía.
- Pon a hervir la mezcla y deja que repose durante unos minutos. Asegúrate de no respirar el vapor, ya que es tóxico.
- Cuando la mezcla y la olla se hayan enfriado, límpiala con cuidado utilizando guantes de látex para proteger tu piel.
¿Se puede guardar comida en una olla de acero inoxidable?
La respuesta corta es sí, pero durante periodos cortos de tiempo. Si por cualquier motivo necesitas almacenar alimentos preparados en tu olla y guardar éste en el refrigerador, te recomendamos seguir estos pasos para que no se dañe:
- Frota el exterior de la olla con una esponja humedecida con agua y luego, sécala con un paño suave.
- Cubre la abertura de la olla con plástico para que esté totalmente tapada. Envuelve toda la olla con el plástico para crear una suerte de sello hermético; así protegerás la comida de gérmenes y partículas en suspensión.
- Pon la tapa de la olla sobre el plástico y guárdala en el refrigerador.
Te aconsejamos que utilices las sobras tan pronto como sea posible, ya que las sales y los aceites de los alimentos preparados pueden corroer el acero inoxidable.
Siguiendo estos consejos, comprobarás que el mantenimiento de tu olla de acero inoxidable es más sencillo de lo que parece. También te aconsejamos tener en cuenta las recomendaciones del fabricante para un correcto mantenimiento de tus muebles y utensilios.
Si quieres realizar alguna otra consulta respecto al mantenimiento de tus productos, puedes llamarnos al 91 161 03 04 o escribirnos un correo a contacto@hosteleria10.com. Estaremos encantados de ayudarte.